“Acuérdate Jesús” 

38 había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. 

39 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. 40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo. 42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. 

Asi sea en el ultimo momento, su gracia puede alcanzarte, porque en esa cruz vencio.

Contexto:  

Quizás hemos leído cientos de veces este pasaje y no nos hemos dado cuenta todo lo que esconde este pasaje, estamos en un momento donde Jesús cuelga en la cruz, ya golpeado, débil y a su lado, dos ladrones, me resulta increíble pensar como estos dos personajes acabaron al lado del salvador del mundo. 

Dos miradas: 

Jesús tenía sobre su cabeza un cartel que burlonamente le habían colgado donde lo identificaban como “el rey de los judíos”. Y eso realmente era, y más, era el rey del universo, que pocos habían podido ver, y muchos ignoraron. 

A su lado, estos dos personajes, que habían sido crucificados por sus errores, ellos estaban pagando el precio por su mala manera de vivir. 

Ninguno de los dos era lo que podria decirse buenas personas, jamás habían ido a una iglesia, ni se habían bautizado, y estaban en esas cruces por sus errores, todo lo contrario, a nuestro Jesús. 

Uno lo miro con desprecio, tal y como lo habían mirado aquellos quienes decidieron crucificarlo, lo miro con burla, y no se dio cuenta de la gran oportunidad que tenía frente a él, en sus últimos momentos. 

Aun hoy muchos miran, sin ver. 

Quiebrate en su presencia y confiesa tus faltas ante El, y El te restaurara y sanara tus heridas.

Y muchos pasan la vida así, viendo a Jesús, sabiendo de Él, pero, ignorando y dejando pasar la oportunidad de recibir todo lo que Él tiene para dar. 

A veces podemos ir a una iglesia, o simplemente conocer la historia de Jesús, pero sin realmente tener un encuentro cercano con El, uno de esos encuentros que cambian tu vida y tu modo de pensar. 

¿Como estas relacionándote con Jesús? 

Tienes una mirada lejana o distante?, o tienes con El esa intimidad que es la que fortalece, y regenera nuestra vida. 

Pero, en medio de toda esta situación que nos describe este relato de Lucas, había uno de esos dos, que tuvo la suficiente fe como un gramo de mostaza, como dice su palabra, como para reconocer en Jesús al salvador de su vida, y eso lo hizo salvo. 

Si hay un versículo en la biblia que nos habla de que la salvación no es por obras, solo por fe y gracia, es este. 

Quiero decirte que si piensas que tienes que hacer algo para que ser salvo, estas errado, no es por cuanto hagas, sino por cuanto creas que Jesús es Dios y confieses su nombre para salvación y perdón de pecados. 

“Acuérdate de mi” 

No importa lo lejos que hayas estado, El se acuerda de ti y sus brazos estan abiertos para ti.

Jesús no se ha olvidado de ti, pero es bueno que, si has estado lejos, hoy te acerques a su presencia y le digas, Señor, acuérdate de mí, y atráeme a tus pies que es en el único lugar donde realmente estoy a salvo. 

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